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Tengo algo que decir

Actualizado: 1 nov 2021

Llevo varias semanas con algo retumbando en mi cabeza y no paro de ver señales que me llaman a hablar. Justo ayer mi profesor de la asignatura de teoría de la arquitectura nos decía que escribiéramos un tratado, evidentemente nos lo decía con un tono exagerado, pero no me parece tan mala idea puesto que lo que él quiere es hacernos reflexionar sobre la arquitectura.


Él mismo nos decía que la arquitectura actual debía buscar nuevos caminos, y es que creo que tiene toda la razón. Llevamos más de 100 años anclados en el movimiento moderno y se nota. Cuando di mi primera asignatura de historia me quedaba fascinada con lo actuales que parecían muchos edificios de la modernidad, edificios que a lo mejor tenían más de 100 años. Recuerdo ir sorprendidísima a mi hermana, una gran química pero que hubiera sido mejor arquitecta, para enseñárselo y quedarnos las dos impactadas.


Darwin Martin House (1903-1905) de Frank Lloyd Wright


Pabellón alemán en Barcelona de Mies Van Der Rohe (1929)


El movimiento moderno nos ha aportado muchísimas cosas buenas, no seré yo quien diga lo contrario, pero creo que la arquitectura actual debe ser otra cosa. Ya hemos experimentado la forma, ya hemos hecho virguerías o incluso hemos echado un pulso a la gravedad con edificios casi imposibles. Creo que es hora de centrarnos en lo verdaderamente importante y tomar en cuenta el momento en el que nos encontramos, algo que se ha hecho desde siempre como estoy pudiendo ver en la asignatura que ya he mencionado.


¿Y en que debemos centrarnos en este momento? Yo lo tengo clarísimo, la sostenibilidad y las personas. Ya está bien de la arquitectura ¨parque de atracciones¨, creo que esa arquitectura tuvo su momento, pero ya no es este. Basta de gastar nuestros recursos de forma innecesaria, vamos a intentar emocionar a las personas como lo hacen estos edificios, pero de la manera más sostenible posible, eso si es un verdadero reto. Todos estos pensamientos me vinieron en parte a la cabeza tras conocer la ¨triste¨ noticia, en mi humilde opinión, de la aprobación del proyecto ¨the tulip¨ de Fosters+Partners en Londres.



The tulip de Fosters+Partners


Esto es exactamente lo que no hay que hacer, arquitectura de feria. Estoy triste la verdad, este curso me he dado cuenta de que este razonamiento que he hecho tan lógico no lo es para muchos de mis compañeros en la universidad. Lo único que me hace ver la luz entre todo es que en 2021 ganaran el premio Pritzer Lacaton y Vassal, arquitectos a los que me gustaría dedicar una entrada más adelante.


'Casa Latapie' (1993) de Lacaton y Vassal


La universidad tiene que empezar a cambiar su enfoque, no me parece lógico ni normal que salgan compañeros míos de la carrera a los que este tema ni les viene ni les va. La sostenibilidad ya no es una opción, es una necesidad a la que tenemos que enfrentarnos de frente. Deberíamos hablar más de la actualidad, deberíamos debatir todos juntos en clase y como decía mi profesor escribir tratados de arquitectura. Todo esto me lleva a pensar que tal vez, haciendo una reflexión más profunda hasta debemos cambiar nuestra forma de vivir, pero estas reflexiones las dejare para más adelante ya que la carrera no nos da tregua.



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